No es para ninguno de mis lectores que mi posición política es de derecha y que en contravía del actual gobierno critico muchas de sus políticas educativas, sociales y económicas. La discusión del salario mínimo en nuestro país, que tantas contradicciones y discusiones generaron entre sindicatos, empresarios y gobierno, dio como resultado la re formulación del tope mínimo que deben devengar los colombianos hasta llegar a un tope del 4%, lo cual es una miseria si se analiza desde el punto de vista de los costos diarios de un ciudadano del común contra los incrementos desmedidos en alimentación, transporte, salud y educación de algo más de 4.000.000 millones de compatriotas.
En el mes de diciembre, tuve la oportunidad de escuchar las explicaciones del potentado ministro de hacienda de Juan Carlos Echeverry acerca de las razones por las cuales tanto los empresarios como el gobierno de turno no pueden aceptar incrementos superiores a la inflación del año anterior y el porqué de negar las solicitudes de sindicatos y sectores sociales de redondear el alza al 10% De todo lo que el señor ministro expresó, entre ellas la generación de empleo, el crecimiento económico, la oferta y la demanda, entre otras, me hizo reflexionar acerca de la importancia de analizar y potenciar iniciativas en torno a la forma de educar de nuestros jóvenes y genera un relevo generacional natural de toda dinámica social; formar ciudadanos con mentalidad crítica y propositiva es indispensable desde los primeros años de vida para que cada estudiante articule sus proyectos de vida con una formación empresarial; el emprendimiento, palabra tan de moda en todas las comunidades educativas a nivel superior durante la última década, no puede convertirse en un sustantivo más y dejar de ser el caballito de batalla de los proyectos educativos institucionales, debe convertirse en acciones concretas, claras y bien estudiadas para la formación de empresa con compromiso social, generadora de empleo, calidad en los procesos, visión hacia el futuro y sobre todo que permita que los actuales empleados se conviertan en empleadores de jóvenes talentos, en ejemplo de éxito para las nuevas generaciones y eso no se aprende en ningún aula, se adquiere con las ganas, experiencia y mucha berraquera.
Es el caso exitoso de JacketsBlack empresa Colombiana, Líder en el diseño y producción de chaquetas. Nació de una idea, no de un aula, ha crecido a fuerza de ganas, calidad y mucha imaginación, a base de mentalidad emprendedora a logrado percibir el interés de motociclistas, aficionados a los autos y a la tecnología; lo nombro como caso exitoso porque personalmente conozco su proyecto más allá de su objetivo comercial, ya que ha involucrado dentro de su proyecto el apoyo a fundaciones que trabajan alrededor de la niñez menos favorecida, es empresa 100% colombiana; parida de imaginación, de largas jornadas, de buenas ideas, de mucho espíritu, actualmente entra con fuerza en la línea “Geek” y ya ha incursionado con gran éxito en línea para motos; éxitos y larga vida a JacketsBlack y cada uno de sus proyectos, porque dentro de cada emprendedor hay un sueño y una idea de país superior a las políticas de sus dirigentes, esta la oportunidad de cientos o miles de personas de salir de la pobreza, esta la convicción de que el país y la nación tiene la oportunidad real de dejar de ser economía emergente como lo llama el banco mundial, no se han necesitado de títulos, postgrados, asesorías, simplemente un idea, porque a base de ideas, esperanza y fe todos nuestros sueños pueden hacerse realidad.
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